Biorremediación una propuesta sostenible
En la actualidad, la sociedad está siendo cada vez más consciente del grave impacto en nuestro ecosistema. La industria minera está invirtiendo en investigaciones para mitigar la problemática, debido a que es quien obtiene mayores beneficios por la explotación de los recursos (materias primas). La mayoría de las investigaciones son acerca de aplicaciones de biotecnología, como biorremediación, fitorremediación, biolixiviación, etc. Sin embargo, estas aplicaciones requieren de una fuerte inversión y tiempo, en pocas palabras, estos proyectos son inviables. Por ejemplo, la solución de fitorremediación es inviable, porque los nutrientes que se utilizan son escasos, pues ello es indispensable para el crecimiento y la multiplicación de los microorganismos de interés. Además, demora cuatro años para un óptimo crecimiento y resultado. Del mismo modo, la fitodegradación es de difícil aplicación, ya que requiere el cambio total del sistema de extracción de minerales, y para ejecutarlo involucra un alto presupuesto. Asimismo, la propuesta de fitoextracción es inviable, porque demora en desarrollarse seis meses como mínimo y, para una mejor eficiencia, se necesita realizar una modificación genética a las bacterias, proceso que es muy costoso. Entre todas las alternativas de solución, la mejor propuesta es la biorremediación de metales pesados que contrarrestaría el impacto ambiental causado por la minería ilegal. A continuación, se explicarán los motivos.
En primer lugar, la biorremediación de metales pesados es la mejor alternativa de solución, porque es una tecnología limpia y resulta viable económicamente. Primero, según Trigal (2015), la ejecución de esta solución no causa altos riesgos en el medio ambiente a diferencia de otros métodos físico-químicos convencionales, lo que hace posible su aplicación. Se denomina tecnología limpia cuando son sistemas cerrados, donde se puede controlar las condiciones y emisiones al ambiente. Segundo, la técnica de biorremediación beneficia al factor económico de la empresa, puesto que para su desarrollo solo es necesario un bajo costo de su instalación y operación, por lo que es accesible para las empresas mineras. Tal como lo afirma Deuren (2015, como se citó en Mena & Campos, 2017), es una tecnología cuyos costos de operación varían entre 10 y 70 USD/m3 en un área con alto porcentaje de contaminación. Esta tecnología no requiere de equipos costosos, debido a que su desarrollo está en función de la permeabilidad del suelo, agua y microorganismos que tienen la capacidad de degradar el contaminante en cuestión. La aplicación de este proyecto en la Amazonía peruana es factible, por la gran abundancia de hongos y bacterias presentes en el lugar de impacto. Además, tales componentes utilizados en esta técnica son inagotables. Por lo tanto, esta propuesta de solución es un tratamiento seguro con un mínimo de riesgo a la salud y tecnológicamente efectivo.
En segundo lugar, es conveniente aplicar esta técnica de biorremediación, porque desempeña un rol importante para el mantenimiento de un ambiente limpio. Por un lado, este proceso ha demostrado su eficacia en la reducción de las emisiones de vapores de Compuestos Orgánicos Volátiles (COV) en un 75%, el cual agrupa gran cantidad de sustancias nocivas para la salud y el medio ambiente. Una de las ventajas de este proceso biotecnológico se debe a su selectiva degradación de los contaminantes y aprovechamiento de las interacciones entre microorganismos sin dañar su flora y fauna autóctona. Además, los microorganismos degradan los desechos en productos menos tóxicos y estos generan a su vez la mineralización, la cual a través de procesos obtienen energía para la respiración, transporte de sustancias y transformación molecular. Por otro lado, la implementación de sistemas de biorremediación microbiana logra recuperar las propiedades del suelo, reduce la toxicidad, elimina y transforma los agentes causantes de la contaminación que afectan agresivamente los agroecosistemas. Asimismo, esta técnica brinda diversos beneficios como: la prevención de enfermedades en las comunidades aledañas, una mayor conciencia del cuidado al medio ambiente, lo que genera que la sociedad se integre en el desarrollo de estas prácticas y de esta manera tener un ambiente sano (Silva, 2013). Diversos estudios realizados por el Ministerio del Ambiente (2016), señalan que esta biotecnología brinda resultados positivos debido a que reestablece el área contaminada en un 98%. Por lo tanto, esta técnica de biorremediación es factible, porque mitiga problemas de carácter ambiental causado por el derrame de relaves mineros.
Proceso de biorremediación con hongos y bacterias. Área remediada en un 98%.
En el proceso de biorremediación se produce la degradación enzimática, el cual favorece a una mayor remoción de metales pesados.